La semana taurina de Segorbe llegó ayer a su ecuador con la cuarta entrada de toros y caballos, que ha marcado también su punto más alto en cuanto a perfección y desarrollo. Y es que, a medida que avanza la semana, los encierros van ganando en calidad, pensando siempre en los objetivos básicos de la carrera, que son que los caballistas mantengan agrupados a los toros y conducirlos a la plaza sin que ninguna res se desvíe de su recorrido.
En esta ocasión, los toros permanecieron agrupados y perfectamente cerrados en la punta de flecha que formaron los jinetes. Como siempre que participa, Ramón Ardit se mantuvo en cabeza de los caballistas, acompañado por su hijo, del mismo nombre, con Manuel Zarzoso, José A. Fernández y Miguel A. Guillén. Cerraban el flanco izquierdo José García, Baldomero Chova y Ramón Alandí, mientras que el derecho estaba controlado por Juan Andrés Lázaro, José Vicente Puchol y Luis Aparicio; y cerrando el grupo por detrás, la amazona Esther Puchol y Andrés Berbís.
Con esta formación se ha mantenido el grupo prácticamente hasta el final del trayecto, en que los caballistas de delante se quedaron en un lado para que pasaran los toros a la plaza.
Fuente: El Periódico Mediterráneo
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