Por fin el día 16, llega el esperado mano a mano entre Enrique Ponce y El Juli. Primer día de la Feria con la plaza abarrotada, día de mucha expectación, el día en que el torero de Chiva, Enrique Ponce, celebraba su 20 aniversario como matador de toros. En los toriles esperaba una corrida de la ganadería cacereña de Zalduendo.
- Enrique Ponce sorteó en primer lugar un toro, muy justito de raza y sin clase. Después de hacer un emotivo brindis a su abuelo comenzó la faena intentando sacar algo del toro, pero la faena tuvo muchos altibajos, y no llegó a ir a más, lo mató de una buena estocada y saludo una ovación. Cuando salió el tercero de la tarde parecía que iba a ser el toro de la corrida, era un toro precioso, muy bien hecho y con cuello. Al recibirlo con el capote se vio la clase del toro, pero al hacerle el primer quite, se vino abajo y se le vio desfondado. Lo cuidó mucho Ponce en el caballo para ver si se venía arriba pero no fue así. Comenzó la faena con la muleta muy inteligentemente dándole aire para que el toro cogiera confianza, destacó con varias tandas muy estéticas por el pitón derecho que entusiasmaron al público, que tenía muchas ganas de triunfo, luego cogió la mano izquierda y la faena bajo un poquito de intensidad, pero volvió a levantarla con varios circulares de bella ejecución y adornos muy toreros. Cortó una oreja tras matarlo de una estocada un poco trasera. En quinto lugar salió el garbanzo negro de la corrida, un toro castaño, manso, protestón y con muchísimo peligro por el pitón derecho por donde no tenía un pase. Con este toro, vimos la dimensión de este torero y la diferencia entre las figuras y el resto. Ponce no se amilanó y tras meterse con él, consiguió sacarle varias tandas por el pitón izquierdo de mucho mérito. A mitad de faena sacó su orgullo y lo intentó por el pitón izquierdo y ejecuto unos molinetes y un trincherazo que gustaron al público. Consiguió sacar una faena de donde parecía imposible. El toro se puso muy difícil a la hora de entrar a matar y el torero perdió un trofeo que se había ganado a ley.
- La tarde fue para El Juli. En primer lugar le tocó en suerte un toro con mucho que torear, con movilidad y algo de genio, pero con poca clase. Lo dejó el diestro crudo en el caballo para que el toro luego se moviera, y en la muleta resultó un toro de embestida brusca pero que se movió. Comenzó la faena toreando para el toro y poco a poco lo fue afianzando y alargando sus embestidas sin dejar que le tocara el engaño. Cuajó el toro de cabo a rabo, toreándolo con mucha profundidad y pureza, enganchándolo delante, bajándole la mano y llevándolo muy largo, los muletazos duraban una eternidad. Fue una faena en la que entendió perfectamente el animal y tras matarlo de una soberbia estocada, se le concedieron dos orejas de mucho peso. En cuarto lugar salió un toro manejable, al que Julián supo encontrarle la altura y hacerle una faena limpia a base de técnica y oficio. Destacar de esta faena tres tandas por el pitón derecho, ligando los muletazos con limpieza y sometiendo al animal. Intentó matarlo recibiendo pero pincho, y lo que pudo ser un trofeo quedó en saludos. En sexto lugar salió el toro más serio y más potable de la corrida, un ejemplar nobletón al que Julián supo entender y cuajar a placer. En el primer tercio destacar unas lopecinas muy toreras que enloquecieron al público y un pase de pecho con el capote extraordinario, seguidamente Ponce contestó con unas buenas chicuelinas. Ya con la muleta la faena de El Juli fue sensacional, tirando del toro y llevándolo cada vez más largo. Aquí Julián volvió a romperse con el toro, en especial por el pitón derecho, el mejor del animal, por donde cuajó varias tandas soberbias, como soberbio fue el tremendo espadazo que le pegó, tras el cual tardó pocos segundos en caer patas arriba, y Julián se llevó dos orejas más y seguramente el premio a la mejor estocada de la Feria.
Enrique Ponce: ovación, oreja y saludos; El Juli: dos orejas, saludos y dos orejas.
Informa: José Alonso
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