Existe una especie invasora entre nosotros que, lejos de estar controlada, cada vez está más presente en las fiestas de los pueblos y que amenaza el normal funcionamiento del espectáculo.
Comenzó con algunos ejemplares diseminados, pero en la actualidad se ha convertido en una marabunta que ocupa todo el territorio. Existe otra subespecie parásita que alimenta a la primera que, en gran número, acompaña la imparable expansión de esta plaga.
Se pueden identificar por su vestimenta y su número, suelen actuar en grupos de tres a cinco individuos, pudiéndose juntar varios de estos núcleos en un mismo lugar, entablándose ciertas disputas territoriales que terminan por reventar la exhibición. Suelen calzar zapatillas deportivas, pantalón de chándal y camiseta, pero, lo que los diferencia del aficionado normal es que, aunque las temperaturas sean extremas (bajo cero o a más de treinta grados), llevarán una chaqueta o sudadera en la mano.
Su hábitat natural son los espacios duros como el cemento, el asfalto o los adoquines, huyen de las tierras blandas como la arena.
El objetivo de este género no es otro que el de romper los cuartos traseros a un toro o vaca en una rodada sin ventajas y llenarse de satisfacción personal por tirar la res al duro asfalto sin el menor escrúpulo. No menos triste son los buscados aplausos de la subespecie parásita, grupos de individuos que se esconden entre el respetable y que, mostrando menos arrojo aún que los chaqueteros, se dedican a jalear sus andanzas.
Sólo hay una forma de combatir esta pandemia, existe un medicamento para racionalizar esta forma de actuar de los aficionados, el antídoto es la educación. Educación que tiene que ser impartida desde que los niños acuden al festejo por sus propios padres. Solo así, transmitiendo que el toro es nuestro compañero y no una diana, podremos disfrutar de un festejo íntegro y no del muestrario de chaquetas y prendas de mano en que se han convertido nuestras calles.
Fernando Fernán Gómez dijo aquello de “las bicicletas son para el verano”; alguien debe indicar que “las chaquetas son para abrigarse… y para los percheros”.
jueves, 4 de marzo de 2010
Percheros por Viza
No me he podido resistir a copiar en el blog el artículo escrito por Javi González en la web de Bous al Carrer, un artículo en el cual habla de una especie que por desgracia ha tomado las calles de nuestros pueblos, y Massamagrell desde luego no es una excepción.
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1 comentario:
muy bueno!!! ya era hora que se comentara enserio este tema.
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