lunes, 17 de agosto de 2009

Segundo encierro de Tafalla



Rápido y límpio aunque con momentos de peligro. Así fue el segundo encierro de las fiestas patronales de Tafalla que, al caer domingo, también fue multitudinario. Los astados de Herederos de Salvador Guardiola Fantoni tardaron dos minutos y veintinueve segundos en completar la distancia que separan los corrales de Escolapios de la plaza de toros.

Los animales salieron puntuales, a las ocho, aunque dos toros se quedaron rezagados en el corral y les costó algo más salir. Desde la avenida de Severino Fernández uno de los astados se puso por delante de sus hermanos y continuó abriendo camino durante todo el encierro.

Según explicó el pastor Felipe Sota, ya en los primeros metros de la carrera los astados iban buscando a los mozos de los laterales. "Han creado momentos de peligro pero afortunadamente no han llegado a alcanzar a ninguno", señaló Sota. Al llegar a la curva de la farola varios mozos cayeron al suelo pero ninguno revistió heridas de gravedad, únicamente se atendió a uno por contusiones.

En la avenida de Sangüesa y, pese a la mayor afluencia de corredores, pudieron verse bonitas carreras. Al llegar a la curva de la estación volvieron a repetirse escenas de peligro, con los astados derrotando a ambos lados y buscando a los mozos. Precisamente fue en este punto donde se produjo la caída que, más tarde, requirió traslado hospitalario. Finalmente, los toros entraban a una abarrotada plaza de toros tras dos minutos y veintinueve segundos de carrera.

Jesús Sola Ozcoidi, corredor sangüesino de 37 años de edad, aseguró haber disfrutado con la carrera de ayer. "Ha sido un encierro bonito. Pese a la cantidad de corredores que había, no nos molestábamos unos a otros", explicó. Martín Jiménez Losantos, riojano de 30 años, compartía la misma opinión. "Se han vivido momentos de peligro pero me parece que no ha habido ninguna cornada. Al ir la manada disgregada, se han creado huecos para correr", dijo.

En cuanto al parte de heridos, en la enfermería del coso tafallés se atendió a Jorge Sánchez Vilches, de 26 años de edad y natural de Sangüesa. Según explicó Berly Núñez, cirujano de la enfermería de la plaza, el joven presentaba "rotura de ligamento acromio clavicular con luxación de clavícula, además de erosiones múltiples en miembros inferiores, cadera y espalda". El mozo corría a la altura de la curva de la estación cuando cayó al suelo y se golpeó. Recibió las primeras asistencias en el recorrido antes de ser llevado a la enfermería y, desde allí, lo trasladaron a la unidad de traumatología del Hospital Virgen del Camino de Pamplona para ser sometido a una observación más en profundidad. "Su pronóstico es menos grave", añadió Berly Núñez.

Al margen de este mozo, en la enfermería se atendió a Eder Abadaurrea, de Barañáin, que presentaba erosiones en un brazo y la espalda por una caída en la curva de la farola. Además, durante la suelta de vaquillas posterior al encierro, otros dos mozos fueron atendidos. Por un lado, José Ignacio Mena, de Cintruénigo, con erosiones en el codo y la rodilla izquierdos y Diego Fernando Restrepo, por erosiones en la pierna izquierda.

Fotos y crónica extraidas del Diario de Navarra

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