El encierro matutino estuvo protagonizado por los astados de Jesús Macua, de Larraga, que completaron el recorrido en 3 minutos y 58 segundos, y generaron muy pocos sustos. De hecho, el peligro sólo llegó en un par de caídas de mozos en la curva de acceso al callejón y en la propia plaza.
El número de mozos y espectadores continuó con su progresivo descenso en el encierro matutino, pero todavía fue más acentuado durante el de la tarde. El cansancio acumulado durante todas las fiestas y las altas temperaturas vaciaron vallados y redujeron la nómina de corredores.
Entre los pocos mozos presentes destacó un veterano corredor que acudió a la cita con un vestido de mujer blanco palabra de honor, y con la etiqueta todavía colgando de la tela. El mozo inició su carrera en la Cuesta de la Estación y, pese a que su indumentaria pudiera pronosticar lo contrario, realizó una magnífica exhibición de cualidades ante los astados hasta su retirada en Camino Caritat.
Los toros de Ana Corera, de Estella, completaron la carrera más rápida de las fiestas, con un tiempo de 3 minutos y 30 segundos.
Con este encierro se cerró el ciclo tudelano que comenzó muy fuerte con las dos carreras del fin de semana con toros de la corrida y, el lunes, con la presencia de los "victorinos". A partir de entonces, el número de mozos y espectadores se redujo de forma proporcional a la emoción. La más importante es que ningún corredor ha resultado herido de consideración. Esa es la mejor noticia.
Noticia extraida del Diario de Navarra
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