El prestigioso psiquiatra Leopoldo Ortega Monasterio participó junto a otros destacados nombres de la cultura catalana en una Mesa Redonda acerca del futuro de la Fiesta en aquella Comunidad Autónoma organizada por la Casa de Madrid en Barcelona.
Ortega Monasterio 'tiró' el argumento de quienes relacionan la fiesta de los toros con la tortura: "En el toreo no hay tortura ya que para ello sería requisito una inmovilización". En su opinión durante la lidia el toro sufre un estrés y una fatiga similar a la que sufre un jugador de rugby en un partido.
Pere Gimferrer destacó los componentes de improvisación y riesgo que lo hacen diferente de cualquier otra manifestación artistica mientras que en opinión del filosofo Víctor Gómez Pin, la génesis del problema y el afán abolicionista de un sector de la población radica en la "imposición en nuestra sociedad de una corriente de pensamiento animalista". Gómez Pin recordó a los políticos que "el Parlamento Catalan debe ser ante todo una institución de carácter integrador", al que pidio que no tome una decisión irreversible sin un auténtico debate social. El pintor Óscar Tusquets lamentó que "los politicos hoy en dia se rigen excesivamente por la opinión popular".
Participaron también en la Mesa el critico taurino Francisco March quien hizo una enfervorizada defensa tanto de la Fiesta como de la libertad de expresión, así como el matador de toros Antonio Barrera que habló de sus comienzos de muy niño, siempre en tierras catalanas.
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