Un miembro de la organización ha resultado herido leve con un varetazo de seis centímetros en el gemelo durante el segundo encierro de las fiestas de Moraleja. El joven, que estaba intentando que un toro rezagado entrase en toriles, fue empujado literalmente dentro del callejón por el astado y en ese momento recibió la cornada en la pierna.
El corredor fue caminando por su propio pie a la enfermería y explicó que tiene una lesión en la rodilla lo que le impidó esquivar al animal dentro del callejón hacia toriles. El herido presenta un puntazo en la cara interna de la pierna del tercio superior que afecta al piel, vaso subcutaneo y al músculo gemelo interno.
El utrero en la plaza |
Precisamente este novillo de la ganadería de Hernández Pla-San Martín ha sido el encargado de provocar que el segundo encierro de San Buenaventura de Moraleja se prolongase durante 11 minutos y treinta y siete segundos. Este astado se negó a entrar en los toriles una vez en la plaza de los Toros y fue necesario soltar de nuevo a los mansos para guiar al astado al interior de los chiqueros.
El novillo ya hizo de las suyas en los primeros instantes del encierro ya que en los primeros metros del recorrido se dio la vuelta e intentó entrar de nuevo a los corrales, además de genera peligro arremetiendo con fuerza y bravura contra las vallas de seguridad lo que generó miedo y tensión entre el público presente. Al margen de los acontecimientos que estaba protagonizando el novillo al inicio del recorrido, el resto de la manada continuó con rapidez, acompañados de los bueyes, hasta la plaza de los toros.
Durante el transcurso del encierro y con el toro aún por las calles de Moraleja se vivieron instantes de tensión con el animal arremetiendo contra el vallado. Finalmente llegó a la plaza de los Toros pero no quiso entrar en la casa toril y los pastores tuvieron mucho trabajo para guiarlo hasta el punto de que finalmente fueron los mansos los que se llevaron al astado.
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