viernes, 30 de julio de 2010

Els bous, una festa catalana (part.II)

Las limitaciones sobre la fiesta reaparecen, a finales del s.XVIII, de la mano de los gobiernos ilustrados, que hicieron una política de ataque contra todo aquello que tuviera aires ancestrales, autóctonos y de identidad local y comunitaria. El rey Fernando VII también prohibiría los años 1814 y 1815 los juegos de toros en las calles, pero con los continuos avatares políticos del s.XIX las celebraciones volverían a las plazas y calles donde se han mantenido hasta la actualidad. Así, los alcaldes, como las autoridades locales, no han seguido las disposiciones contra los toros los años 1900, 1908 o 1931, por poner algunos ejemplos.
El caso del "corre bou" a Cardona, en el corazón de Cataluña. Los estudiosos han otorgado a los "corre bous" de Cardona, una antigüedad que nos traslada al siglo XV. En el archivo de esta villa del Bages se conserva la documentación de los gastos municipales del año 1500 para el "corre bou" programado con motivo de el nacimiento del hijo de los duques de Cardona, costumbre que ya se celebraba con anterioridad en la villa. Ceremonia que formaba parte de las fiestas caballerescas que a menudo bebían de fuentes surgidas de las costumbres populares.
Unos y otros componentes se han mezclado a lo largo de la historia hasta el punto que a veces se hace difícil descubrir los verdaderos orígenes. Así en el caso de Cardona la estructuración del "corre bou" se consolida como un elemento definidor de su fiesta mayor, el segundo domingo de septiembre, y se perpetua en el tiempo y en la historia. 
De esta manera, Cardona simboliza aún en la actualidad lo que eran las fiestas mayores de buena parte de la Comunidad Catalana

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por el face se va diciendo alguno que otro que las fiestas estranjeras al estranjero,pero no dice ningun "catalan" entre comillas que todo el dinero que recogen de nosotros los estranjeros que no lo quedemos.yo les daria la libertad que quieren pero les haria un muro mas grande que el de berlin

Aitor dijo...

Yo sinceramente no puedo compartir la idea de muchos de hacer un muro, pero sí la de emprender una verdadera lucha, de organizarnos de una vez por todas y comenzar a actuar