A pesar de ser los toros del concurso de recortes, los astados de Bayones han protagonizado un cuarto y último encierro de las Ferias y Fiestas de Guadalajara rapidísimo y con bastante emoción, en el que, no ha habido heridos por asta de toro.
Los utreros han realizado el recorrido en 1:17 y se han comportado muy noblemente, sin lanzar derrotes apenas a pesar de lo aprendido en los recortes, ni hacer gestos por embestir a la gran cantidad de corredores que había hoy por todo el recorrido, aunque a decir verdad, sin el reventón de años anteriores. Los momentos de mayor peligro y tensión se han vivido en la recta que da acceso a la plaza, al arremeter el toro colorado que abría la manada contra los corredores apostados a ambos lados del vallado.
La manada ha corrido rauda y veloz y estirada, con un único toro rezagado pero arropado por los mansos, a lo largo de la cuesta de Boixareu Rivera y las curvas de Santo Domingo, donde de nuevo hubo resbalones de las reses. Uno de los toros ha caído pero se ha levantado rápidamente y ha continuado la carrera al trote de sus hermanos.
La gran velocidad a la que iban los utreros no ha permitido que los corredores tuvieran muchas oportunidades de encontrar huecos entre las astas. Los animales han ido entrando a gran velocidad en la plaza y, con ayuda de los dobladores han enfilado hacia los chiqueros sin oponer resistencia.
Crónica extraída del diario Guadaque
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