Los toros de la ganadería de Jandilla han protagonizado un último encierro de las fiestas de San Fermín 2010 muy peligroso, con un toro colorado, Gavioto, rezagado desde Telefónica, que se ha vuelto hasta en tres ocasiones y ha embestido a varios mozos desde el vallado. Los astados de Badajoz han realizado el recorrido en 4 minutos y 23 segundos y han corneado a tres corredores.
En total, 11 corredores han resultado heridos, cuatro de ellos con heridas por asta, aunque uno de ellos solo presentaba un puntazo. Dos de los corneados han tenido que ser operados y se encuentran en estado grave: E.R., de 24 años y residente en Yarm (Reino Unido), con una cornada en la ingle; y A.C.G., de 23 años y vecino de Gijón (Asturas), alcanzado en el tórax y en el muslo a la altura de Telefónica. El primero fue corneado en el ruedo de la plaza de toros e intervenido quirúrgicamente en la enfermería del coso taurino. Posteriormente ha sido trasladado al Complejo Hospitalario de Navarra.
El tercer corneado, F.M.P., un madrileño de 19 años, presenta una herida por asta en la axila derecha, tras ser alcanzado en el callejón. Tras ser operado, su estado es menos grave. Además, un pamplonés de 27 años ha sido trasladado desde el tramo de Telefónica con un puntazo en un brazo.
Los toros de Jandilla han cumplido con su fama de peligrosos, en un encierro que ha comenzado puntual a las ocho de la mañana, después de que los mozos entonaran su tradicional cántico ante la hornacina del santo, situada en Santo Domingo. Instantes después y una vez escuchado el cohete, los seis toros han salido de los corralillos precedidos por los mansos y han enfilado la cuesta de Santo Domingo a gran velocidad, donde esperaban los corredores para iniciar la carrera.
Los astados han completado el tramo del Ayuntamiento de forma compacta y varios mozos han caído al suelo. En la curva de Mercaderes un toro negro ha embestido a un mozo, que ha quedado tendido en el suelo. Ya en la calle Estafeta, la manada se ha ido dividiendo, y uno de ellos, Gavioto, se ha quedado definitivamente solo desde Telefónica.
Mientras sus hermanos alcanzaban la plaza de toros, este morlaco colorado de 510 kilogramos ha protagonizado los momentos de mayor tensión, volviéndose en repetidas ocasiones y embistiendo a los mozos que se encontraban en el vallado. Dentro de la arena y ante el desconocimiento de más de un mozo, el toro ha arremetido contra un corredor al que ha volteado. Al final, y gracias al trabajo de los dobladores, ha entrado en los corralillos.
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