Un joven que corrió ayer el encierro llevaba sobre su camiseta blanca una pegatina naranja. En ésta, con letras negras, una frase: "muy frágil". Pues sí, amigo, frágil de verdad. Tú y todos los que se exponen del 7 al 14 de julio entre la cuesta de Santo Domingo y la Plaza de Toros. Frágiles de la cabeza a los pies. Y más ante los miuras: doce cuernos a los que han adosado seis cuerpos porque, de momento, no tienen la capacidad de volar. Doce cuernos que hielan de miedo.
Y quien se convierte en hielo puede quebrarse cuando algo se le clava. Porque se vuelve frágil.
Un cuerno impresionante, propiedad de Cachero, un miura colorado de 655 kilos, se clavó ayer en la cara interior del muslo izquierdo de Juan Pedro Lecuona Alonso, pamplonés de 37 años y corredor habitual de los encierros sanfermineros. Ocurrió junto al vallado derecho de la bajada al callejón de la Plaza de Toros y la cornada, de 20 centímetros, puso fin a la relación que Cacheroy Lecuona habían empezado momentos antes.
El astado de Miura llegaba a trote lento desde el final de Estafeta, donde había tropezado con dos mozos y caído al suelo. Al levantarse, golpeó con su cuerno izquierdo en la cara de un corredor que llegó por detrás. Éste acabó saliendo trompicado hasta el otro lado de la calle. Cacheroprosiguió por Telefónica y, justo de fuerzas, volvió a irse al pavimento. Juan Pedro Lecuona, que venía a continuación y delante de Papalito, AviónyDespencero, que se habían quedado descolgados al chocar contras las maderas de la curva de Mercaderes, se encontró de golpe con el toro colorado, le saltó por encima y se cayó. El pamplonés y el astado se reincorporaron. El primero terminó yéndose hacia el vallado derecho de la bajada al callejón, pero, antes de que se pudiera subir, Cacherofue a por él y le empitonó. Le recordó su fragilidad.
Fue el cenit del encierro de ayer, que contó con muchos corredores al ser domingo, pero menos que otros años. Los toros de Miura desfilaron juntos hasta la citada colisión de la curva de Mercaderes. Los sevillanos mostraron que arrollar es su arma recurrente y, así, a lo largo de todo el recorrido,fueron dejando mozos tirados. Uno de ellos, otro habitual, el guipuzcoano Julen Madina, al que el trío Despencero-Avión-Papalito,mucho más rápido que él, se llevó por delante y pisoteó en Telefónica.Cachero, sin embargo, se saltó el guión y tiró de cuerno. El año pasado, Dondequieray el sanguinario Ermitaño, miuras como él, le habían mostrado que hay otra vía...
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