Ya es un clamor. La provincia con más afición taurina de la Comunitat se rebela contra la decisión del Consell Valencia de Cultura de retirar su apoyo a la declaración como bien de interés cultural inmaterial de la entrada de toros y caballos de Segorbe.
Las reacciones no se han hecho esperar. Si desde la Generalitat, el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, se postuló a favor de la denominación, asegurando que respetamos, pero no compartimos en absoluto la decisión del CVC, los aficionados de Castellón se han sumado a la reivindicación, que ya es unánime.
Así, Pedro Castilla, miembro destacado de les Penyes en Festes de la Vall d´Uixó (una de las localidades que con más ímpetu celebra sus fiestas con astados), asegura que "no me parece bien lo que ha pasado porque va en contra de los intereses de las fiestas". Además, Castilla incidió en que la celebración segorbina es espectacular y supone un referente. Ojalá tuviéramos aquí esa repercusión internacional.
Por su parte, el presidente a la Asociación de Peñas Taurinas de Almassora (APTA), Juan Luis Marín, indica que no me parece bien el rechazo del CVC y, es más, se deberían declarar BIC todos los actos taurinos. Así, reclamó "que se reconozcan los toros embolados de nuestra localidad, porque también gozan de una tradición y un arraigo muy importante".
Sin duda alguna, el argumento del Consell Valenci de Cultura que más ha molestado a los aficionados es el supuesto maltrato que se infringe a los animales, según el dictamen del ente. Este indicaba que el nivel de sufrimiento de los toros es inferior al de otras celebraciones, pero que cualquier espectáculo que produzca secuelas a cualquier ser habrá que juzgarlo con severidad ante cualquier tipo de exaltación, sea jurídica o de relevancia social. Ante esta afirmación, el concejal de Fiestas de Burriana, Pedro Sancerni, afirma que no han estado acertados porque es una fiesta que debería apoyarse y en la que no se hace daño a ningún animal. Ha sido una extraña resolución.
Por su parte, el presidente de la Comissió del Bou de Vila-real, Rubén Morte, también apoya esta opinión y asevera que es un espectáculo singular sin ningún perjuicio. Sería muy bonito que consiguiera la denominación porque a la localidad van miles de personas dispuestas a disfrutar de una celebración única.
Fuente: El Periódico Mediterráneo
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