La directora general de Patrimonio, Paz Olmos, insistió ayer en que la propuesta de la Diputación para instalar una cubierta en la Plaza de Toros de Valencia, debe mantener la «funcionalidad del monumento» y al mismo tiempo debe ser una actuación «reversible», por lo que dada la «complejidad» del tema, no se ha fijado plazos de resolución.
Olmos señaló que en estos momentos, los inspectores de Patrimonio están «estudiando técnicamente la viabilidad patrimonial» de la propuesta que la Diputación les hizo llegar en verano, para asegurarse de que la intervención «no afecte al monumento».
Según Olmos, se trata de una «propuesta técnica muy importante desde el punto de vista de ingeniería técnica» que, al mismo tiempo «tiene que encajar desde el punto de vista de patrimonio. Es un tema complicado pero se están buscando las soluciones», garantizó.
Dada su complejidad, «no tenemos plazo» para resolver esta cuestión, apuntó. Lo importante, es que cualquier intervención que se realice tenga «reversibilidad» para «no hipotecar el monumento para el futuro».
«Si funcionalmente, la Plaza puede adquirir unas prestaciones y mayores confortabilidad, estamos en el siglo XXI y hay que pensar en eso, pero al mismo tiempo es un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) que debe ser tratado y considerado como en su momento se hizo». «Esas dos variables son las que vamos a intentar compaginar», concluyó.
Fuente: Levante-emv
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