Fue una carrera para arriesgar. El hecho de que los toros protagonistas del cuarto encierro de Tafalla, fuesen despuntados, animó a más de uno a intentar acercarse a los pitones del animal más de la cuenta. Los seis astados de la ganadería portuguesa Rosa Rodrigues tardaron dos minutos y veinticinco segundos en completar el recorrido.
Nada más salir, dos astados se quedaron algo más rezagados que el resto, lo que permitió ver bonitas carreras. Aunque fue un encierro limpio, a lo largo de todo el recorrido se produjeron numerosas caídas pero ninguna revistió mayor gravedad. Esto se debió, según explicó el pastor Waldo Pérez Arellano, al hecho de que los toros fuesen despuntados. "Los corredores sabían que hoy era muy difícil que se produjera alguna cornada, por eso arriesgaban más y se acercaban a los animales. Ahí precisamente estaba el riesgo, más que en los toros en los propios corredores porque todos querían arrimarse", señaló el pastor.
Uno de los tramos donde más caídas hubo fue en el último, entre la curva de la estación y la plaza de toros y que, una vez más, volvió a ser el más concurrido. En este punto, Cruz Roja tuvo que atender a José Joaquín Catalán Montes, de 35 años y vecino de Huarte por una caída. Cuando la manada tomó la curva de la estación, los cabestros entraron en la última recta por la derecha mientras que los toros lo hicieron por la izquierda. "Estaba en el lado derecho, me he quedado y un manso me ha empujado contra los toros, hasta que finalmente he terminado en el suelo", explicó Catalán después de recibir las primeras atenciones.
Cuando la manada ya había pasado, el corredor permanecía en el suelo, lo que hizo temer una suerte peor. En realidad, sólo había sufrido un pequeño aturdimiento debido al fuerte golpe, además de unas heridas superficiales en rodilla y codo derechos. Tan superficiales que no fue necesario su traslado a la enfermería y marchó por su propio pie a correr, una hora después, el encierro del Pilón de Falces.
En cuanto a la afluencia de corredores, varios mozos aseguraron no percibir un descenso en las carreras de entre semana. "Este año, me está dando la impresión de que no se nota que los días de labor esté habiendo menos gente que el fin de semana. No sé a qué puede deberse, aunque en esta ocasión el sábado y el domingo sí que me pareció más flojo en cuanto a corredores", señaló Óscar López Zudaire, pamplonés de 23 años .
Crónica y fotos extraidas del diario de Navarra
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