Rápido y limpio. Así fue el quinto encierro de las fiestas de Tafalla. Los toros de las cuatro primeras carreras dejaron ayer paso a los novillos de Daniel Guerrero. Un dia más, los astados volvieron a protagonizar un veloz encierro ya que tardaron dos minutos y veinticuatro segundos en cubrir el trayecto que separa los corrales del coso taurino.
Nada más salir del corral, a la altura de la plaza de Navarra, dos novillos cayeron al suelo e hicieron amago de intentar volverse, provocando algunos momentos de peligro, pero los pastores lograron reconducirlos en la dirección adecuada. Un poco más adelante, antes de llegar a la curva de la farola, dos mozos fueron volteados por los animales y cayeron al suelo, sin tener que lamentar mayores consecuencias.
En la avenida de Sangüesa, uno de los novillos se adelantó del resto de sus hermanos y encabezó la manada durante el resto de la carrera. Este astado provocó varios sustos ya que iba derrotando a ambos lados, como si estuviera buscando a los corredores, aunque sin llegar a alcanzar a ninguno. La manada llegó así hasta la plaza de toros. Aquí, ya dentro del ruedo, otros dos novillos cayeron pero fueron reconducidos hasta los corrales.
La limpieza de la carrera fue tal que los servicios sanitarios sólo atendieron a dos mozos, de los que solamente uno fue trasladado a la enfermería. Fue un joven de 26 años que presentaba una contusión en la rodilla tras un golpe con el vallado metálico de la plaza. El cirujano de la plaza, Berly Núñez, le limpió la herida y le puso un vendaje y, a los pocos minutos, el joven abandonó la enfermería por su propio pie. La otra atención tuvo lugar a pie de calle, en la curva de la farola. Allí, Cruz Roja atendió a un tafallés que cayó al suelo y al cual la manada le pasó por encima. Los servicios sanitarios señalaron que el joven no precisó más que unas curas en brazos, piernas y espalda y no fue necesario su traslado a la enfermería.
En cuanto a la afluencia de corredores ayer sí que fue algo menor a los días anteriores. Para Diego Márquez Antón, pamplonés de 25 años, el descenso se debió a que el encierro de ayer fuera de novillos. "Los toros siempre atraen más ya que de novillos hay en otras localidades navarras. Aún así, el de hoy ha estado bien, porque los animales iban a buen ritmo y creo que se han visto buenas carreras", dijo el corredor.
Crónica y fotos extraidas del Diario de Navarra
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