La revista británica "The Economist" afirma que tras la prohibición de celebrar corridas de toros en Cataluña se esconde una defensa de la "identidad catalana".
En un artículo publicado en su último número, la publicación asegura que la admisión a trámite del Parlamento catalán de una propuesta que regularía la prohibición de estos eventos "tiene tanto que ver con la identidad catalana como con la defensa de los animales".
En su opinión, esta prohibición va "mucha más allá" de una defensa de los animales, ya que es parte de un "juego político" que asemeja una corrida de toros. "Cada vez que los catalanes ondean la capa roja de una identidad diferenciada, una parte de la España central agacha los cuernos y carga contra ella", dice el artículo.
"The Economist" asegura también que algunos catalanes ven en esta prohibición de "la corrida" una forma de meterse con el resto de españoles, "un pasatiempo habitual en años de elecciones".
Además, acusa a estos catalanes de no preocuparles que haya otras tradiciones típicas de la comunidad que "incluyen tormentos parecidos a los animales". No obstante, advierte a los partidos de que su "fervor catalán" puede ser decepcionante, ya que está convencido de que, tras la baja participación en los referéndum de independencia, una hipotética votación real "seguramente daría como resultado un holgado 'no".
Sobre el Estatuto de Cataluña, la revista señala que el Tribunal Constitucional ha dedicado "tres años y medio sin ninguna prisa" a analizarlo y afirma que para muchos la sentencia puede ser un "punto decisivo para España".
No obstante, la publicación critica a aquellos que pretenden que el Constitucional "haga algo que la Carta Magna española rechazó: poner límite a las competencias que pueden tener las 17 comunidades autónomas".
Por último, el artículo se refiere a las próximas elecciones al Parlamento catalán en donde augura una victoria de CiU, pero sin mayoría absoluta. La publicación británica considera que, de darse este resultado, sería factible un pacto entre CiU y el PSC que incluyera el apoyo al Gobierno central.
"Esto marginaría tanto a la extrema izquierda como a los independentistas radicales en Cataluña y, quizás, podría impulsar mayores reformas liberalizadoras", dice el texto, que concluye aseverando que "muchos fuera de Cataluña esperan una victoria de CiU".
Enlace a la noticia original:
P.D. El próximo símbolo de españolismo que pretenden prohibir en Cataluña es ¡La Siesta!, ¿qué hay más español que hacer la siesta? Pues ya saben los amigos nacionalistas catalanes, acabar con la represión españolista, basta de importaciones.
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