La violencia antitaurina se ha vuelto a hacer presente en Cataluña. El último afectado ha sido el ganadero catalán Rogelio Martí, que tiene una finca de bravo en el municipio de Alfara de Carles, en el Bajo Ebro tarraconense. De los abolicionistas, dieron cuenta una camada de becerros que estaban apartados para ser herrados próximamente, y que aparecieron cubiertos por pintadas de spray.
“Han hecho una salvajada”, explica el criador, que el pasado sábado se encontró en su finca con una imagen dantesca. Los animales repartidos por los distintos corrales y destrozos y pintadas en la plaza de tientas y el restaurante anexo. “Fue durante la noche del viernes al sábado”, comenta resignado Martí.
Lo peor, que los animales presentaban una pobre imagen. “Pacerían desechos, como si los hubieran meneado mucho, incluso de haberlos toreado”, además de las pintadas realizadas con spray, donde aparecían leyendas clásicas de estos grupos antitaurinos como la de “asesinos”.
Sin embargo, no fueron los animales los únicos que sufrieron su presencia, también la plaza de tientas, que apareció con pintadas y el restaurante, donde llegaron a romper los tiradores de cerveza. Por ello, Rogelio Martí avisó con rapidez a los Mossos d’ Esquadra.
“No hay derecho a que nos hagan algo así”, mantiene el criador, indignado porque “los animales no tienen la culpa de nada y sobre todo los que han sufrido a estos tipos”. Además, asegura que “dicen que lo hacen para defender a los animales pero no saben el daño que les han hecho”.
1 comentario:
-Esta gentuza además de que son delicuentes se han apoderado de los catalanes creyéndose que pueden campar a sus anchas por todo el territorio y sabiendo que son inmunes,desde luego lamentable este hecho pero está defendido por detrás por temas políticos.
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