La plaza de Castelló no colgó ayer el cartel de no hay billetes pero consiguió llenar más de la mitad del tendido. Hasta 4.000 espectadores se dieron cita en el coso de Pérez Galdós para disfrutar de los espectáculos programados con motivo del Dia del Bou. La mañana concluyó con la degustación de una paella monumental para 3.000 personas.
El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, presidió la jornada taurina, a la que también asistió el «popular» Ricardo Costa y el jefe de la Policía Autonómica, José Antonio Gracia, que cambió su puesto en la presidencia por un asiento mucho más próximo al ruedo.
El sofocante calor registrado en los tendidos de sol no amedrantó a la afición, más que volcada con la celebración del Dia del Bou y con los participantes en las demostraciones de anillas, recortes y vaquillas. Estos lucieron el habitual pantalón blanco y una camiseta azul con el cartel anunciador de la jornada. Más que como si se tratara de un concurso, la mañana transcurrió como una fiesta, con un programa intenso en defensa de la tradición del «bou al carrer».
Así lo manifestó el titular de Gobernación al explicar que «con la realización de este evento queremos dar a conocer a la opinión pública la cultura, tradición y el arte del mundo del toreo».
Sobre la elección de Castelló como sede de las demostraciones, Castellano recordó que la provincia «concentra el 60 por 100 de celebración de las modalidades taurinas. De los 139 pueblos de la provincia, 135 celebran algún festejo».
184 millones anuales
«Se trata de una fiesta vertebrada en toda la Comunitat, como queda reflejado en los 6.000 festejos que tienen lugar al año de media», añadió. Asimismo, el conseller destacó el impacto económico que supone el mundo taurino para la Comunitat, «ya que generan alrededor de 184 millones de euros anuales, entre explotaciones ganaderas, puesta en marcha de festejos, veterinarios, hostelería», entre otros sectores.
Tras los actos de la mañana, la calle Pérez Galdós acogió el reparto de paella y, a continuación, los toreros sin muleta cedieron su sitio a los matadores.
Una exhibición con arte, emoción y varios sustos
Dicen que se la juegan de pitón a pitón, y ayer los recortadores invitados al Dia del Bou se arrimaron como siempre, aunque la cita era insólita. Por eso, cuando Sergio Fernández, de Cabanes, se golpeó contra las tablas y cayó inconsciente en la arena, el respetable enmudeció. Todo quedó en un susto; uno más de los muchos que dio la mañana. Y sólo a cambio de unos pocos aplausos.
La plaza de Pérez Galdós vertebró la Comunitat desde primera hora, pues los participantes en la demostración taurina procedían, en su mayoría, de localidades valencianas y sus seguidores estuvieron con ellos. Una de esas peñas fue la de El Quiebro, de Llíria. Los amantes de los «bous al carrer» se contaron por decenas.
Fuente: Levante-EMV
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