La última jornada taurina de la Fira d’Onda arrancó ayer con el segundo encierro patrocinado por el Consell de Festes y el tercero de la semana festiva, que protagonizaron las reses de Zalduendo en un día en que el cielo amenazó con descargar lluvia sin llegar a hacerlo durante la mañana y tarde.
El encierro matinal se desarrolló de forma muy peligrosa, al quedar fragmentado desde su paso por la calle San Miguel, y registró un gran número de caídas por parte de los corredores en diversos puntos del trayecto. Además, desde un primer momento, el jabonero de Santiago Domecq se adelantó a la manada creando situaciones de peligro y, en el tramo final, dos reses se resistieron a entrar en el corral junto con el resto, por lo que volvieron a crearse momentos de riesgo para los participantes al ir por separado durante unos minutos en las plazas El Pla y El Raval, atestadas de gente.
De hecho, la nota positiva de este acto fue el número de visitantes, que en esta ocasión alcanzó las 10.000 personas, según datos de la organización, entre corredores y aficionados que no quisieron perderse el último encierro de la Fira 2010, sin duda, una cifra récord de participación.
Los animales fueron en esta ocasión cinco astados de Zalduendo y uno de Santiago Domecq ya exhibido el sábado pasado, debido a que uno de Zalduendo se lesionó en la cabeza. Además, también hubo que cambiar el número 39 por otro de la misma ganadería, ya que había resultado herido por una cornada. Tras el encierro --que duró cuatro minutos y medio--, salieron dos animales más.
Las exhibiciones taurinas continuaron por la tarde con más animales del mismo hierro y un cuarto patrocinado por la peña Mantilla de Puntilla. Esta res de nombre Legado, de la ganadería Manuel Villau Anaya, realizó una de las mejores salidas de la Fira y brindó muy buenos momentos a los aficionados y recortadores.
Ya por la noche, hubo tres emboladas, las dos primeras a cargo de los grupos de emboladores Ti-K y Suminat-10, respectivamente, por delante de la peña Mantilla de Puntilla, que suele patrocinar el último toro de la Fira. Esta última dio paso al desmontaje de cadafals por parte de las peñas, una imagen también acostumbrada en la madrugada del sábado.
En conclusión, puede decirse que la última jornada taurina de una Fira que finalizará esta noche ha sido la que mejor sabor de boca ha dejado. Además, la excelente labor realizada por los colaboradores taurinos ha sido decisiva a la hora de ofrecer espectáculo, ya que en toda la semana y durante la exhibición de 28 toros cerriles, solo se ha registrado un herido.
Fuente: Toro Digital
Fuente: Toro Digital
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