viernes, 8 de octubre de 2010

El Roser. Almassora

Alrededor de las 18.00 horas, en la plaza delLa Picaora, Ismael Lozano, presidente de la peña El K-nut, se encomendaba al cielo. Él tenía el cometido de recibir al ejemplar de Julio de la Puerta al que su colectivo junto a La Kely, Les Pitufes y El Desfase habían contratado para la ocasión. Negro y marcado con el número 114 el astado hizo caso omiso a la chaqueta y derrotó en varios de los cadafals que enmarcan la zona. Salió de la arena y se fue hacia las calles donde Marcelino, de buenas hechuras, quiso justificarse con fuertes arrancadas al mismo tiempo que se resentía de los cuartos delanteros. Un hecho que algunos aficionados apuntaron que se debía a que tenía las pezuñas demasiado largas. Así, se refugió en las calles cercanas al portal, donde defendió su terreno hasta que los mansos consiguieron sacarlo de allí.

La prueba de Romerito llegó más de media hora después del tercer cohete que, tras el pasacalle, anuncia los actos taurinos. Bajo la atenta mirada de sus patrones, los componentes de las peñas San Fermín, El Corb y Clafidors, el negro listón de la ganadería Navalrrosal apareció en la plaza Mayor con pocas ganas de trabajar, haciendo de menos a César Palacios, que, en esta ocasión, era uno de los patrocinadores.

Fuente: Patricia Rodríguez

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