sábado, 12 de marzo de 2011

Así se hizo el cartel de la Feria del Toro


Fue una sorpresa para muchos. No sólo por el colorido, el estilo y la abstracción de la obra, sino porque la autora confesó que había elaborado el trabajo con las manos, una técnica que practica desde hace años y que, según ella, le permite sentir la pintura, sin que haya obstáculos que se interpongan entre sus manos y el color de sus obras.

María Franco Docavo, sobrina nieta de Rafael Alberti, afrontó con suma ilusión el encargo de la Casa de Misericordia para plasmar el cartel anunciador de la próxima Feria del Toro de Pamplona, una obra que fue presentada la semana pasada. La artista, que llegó no hace mucho a la tauromaquia como temática, expondrá antes de San Fermín y en el Condestable buena parte de su obra taurina. Aquí relata el cómo se hizoy como se gestó el cartel de la Feria del Toro.
El encargo del cartel
"No es un trabajo habitual para mí hacer cartelería. Suelo trabajar sobre otros soportes, como tela, madera, hierro o madera. Nunca me había propuesto hacer cartelería hasta que me lo encargaron", explica la artista. Asegura que lo primero que se planteo para afrontar la obra su saber cómo quería que fuera su cartel, a qué público pretendía llegar y qué pretendía transmitir. "Yo ya lo tenía claro desde hacía un tiempo, desde que estuve en Pamplona la primera vez y vi los carteles que había colgados del año anterior (2010) en la plaza de toros (era obra de Antonio Seguí) y pensé que yo podría hacer una cosa distinta y diferente. El del año pasado era más monótono de color, pero porque el artista habría querido plasmar otra cosa. Yo pensaba que había que poner un estallido de color, una bomba", asegura María Franco.
Un homenaje al toro
Franco señala que buscó en todo momento homenajear al toro, "el verdadero protagonista" de la fiesta. "Eso lo tenía claro. Lo que me interesa es el toro, aunque no definido del todo, sólo lo más importante, que son los cuernos, su arma de defensa", señala. Para comenzar, encontró cierta limitación en el tamaño obligatorio del cartel, aunque modificó el espacio del toro para darle mayor presencia dentro de toda la obra. En cualquier caso, el toro está representado, básicamente por la cornamenta. "Con el toro, primero sólo le puse un cuerno, pero pensé que no podía ser, así que el otro cuerno se lo puse más difuminado y es lo único que perfile con grafito (foto 4)", explica sobre la decisión la autora.
Un proceso de tres días
Una vez asumida la limitación del tamaño, la artista ha confeccionado obras de toreros casi de tamaño real, comenzó el trabajo, aunque el proceso apenas sí duró tres días. "Quería que el cuadro no fuera liso, así que incorporé texturas con una pasta blanca. En las copias no se verá, pero sí en el original. El cartel tiene relieve, no es plano al pasar la mano. Hay zonas más suaves que otras", relata María Franco. Para conseguir esa sensación, pintó primero todo el lienzo de negro y lo cubrió por zonas con una pasta blanca para jugar con el relieve (foto 1). "Fue lo primero que hice, es algo que tiene un proceso de secado, como cada fase de color. Hasta que no se va secando un día no se puede seguir en según qué cosas. No son capas que se superponen, se puede hacer en las etapas que se quiera, pero yo lo trabajo así", añade la artista.
La elección de los colores
¿Por qué los colores del cartel? "Los tenía más o menos seleccionados. está el rojo de la muleta, el fucsia rosado de los capotes, y debajo va a una gama de ocres y amarillos que reflejan el color del albero, de la plaza y también cuando el toro está en el campo en verano con colores pajizos. El negro agrisado es el de las calles de Pamplona cuando el toro corre por la calle en el encierro", explica.
El uso de las letras
María Franco dejó reposar el cartel terminado durante meses hasta que llegó el momento de añadir la leyenda necesaria: "Feria del Toro 2011. Pamplona-Iruña. San Fermín". "Deseaba que las letras estuvieran incorporadas al cartel, que no fueran superpuestas ni impersonales. Tenía que dar sentido a lo que yo quería hacer. Era muy importante, porque cualquier error inutilizaba el resto del cartel. Las hice con un tubo con pintura y luego les pasé el dedo por encima para aplanarlas. El objetivo es que fueran gordas y que, al imprimir, se vieran con algo de relieve dentro de todo el cartel. Pensé en meter la Feria del Toro arriba en blanco para destacar. Las otras las coloqué a los lados ybailando", señala. Las letras de Pamplona-Iruña están en naranja en el original, pero se cambiaron a azul para mejorar su visión en la impresión final. "Pienso que han quedado bien. La impresión es muy buena". En la zona negra se han incorporado los hierros de las ganaderías. "Ese espacio se dejó con ese sentido, pero con la idea de que los hierros siguieran el camino mismo del cartel".
Pintar sólo con las manos
Es algo que llamó la atención. María Franco no utilizó pinceles para el trabajo. "No es nada tan especial, los hombres primitivos también lo hacían. Esta técnica la utilizo hace mucho tiempo. Al principio le incorporaba alguna pincelada suelta, porque lo puede pedir el cuadro. Pero generalmente trabajo con las manos, donde tengo mucha sensibilidad. Por las palmas de las manos pasan muchas terminaciones nerviosas. Pero no sólo con las manos. A veces le tengo que dar con el brazo o, si me he manchado con pintura, le doy con la pierna. Para mí, el momento de pintar es una momento libre donde se puede transmitir con todo. Cuando pinto me entusiasmo muchísimo, es un diálogo del cuadro conmigo misma. Mi medio de plasmarlo es expresarlo con todo lo que tengo. Hacerlo fue divertido, me lo pasé increíble", admite, la artista, que desea ya visitar Pamplona por San Fermín y ver su cartel por las calles y en la plaza de toros.

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