jueves, 19 de agosto de 2010

Cuarto encierro de Tafalla


Interminable. El cuarto encierro de las fiestas de Tafalla se hizo ayer eterno. La culpa de que los toros de recorte de los Hermanos Caminero tardasen más de 23 minutos en completar el recorrido tuvo un especial protagonista. "Remero", de 520 kilos, se quedó solo desde el principio del recorrido. De hecho, fue el responsable de que el segundo cohete no pudiese sonar para avisar a los corredores de la suelta de los astados.

Mientras el resto de la manada corría hacia la plaza, "Remero" se quedaba durante 2 minutos junto a la mecha impidiendo que se prendiese.
Resultó, desde el primer momento, un encierro lleno de peligro en el que hubo suerte y, excepto lesiones leves, ningún mozo resultó herido. La manada, estirada y rápida, completaba el recorrido en los primeros dos minutos con un cabestro, que iba abriendo camino y pillaba desprevenidos a varios corredores que hacían cuentas con los dedos. Faltaba uno.

A lo largo del asfalto, más despejado de corredores que otros días, se fueron juntando los pastores de todo el recorrido que intentaban hacer avanzar al último toro que, rezagado de sus hermanos, embestía una y otra vez contra el vallado, se daba la vuelta cada pocos metros, se paraba y miraba hacia todos los lados. Subía y bajaba, permaneciendo parado como una estatua, y frente a la plaza del Ayuntamiento, poco antes de llegar a la curva de la farola, "Remero" permaneció varios minutos. El protagonista del recorrido más largo que se recuerda después del que se vivió el pasado 17 de agosto de 2003, que duró 18 minutos, consiguió que los corredores más expertos pudiesen tirar del astado e intentar hacerle avanzar. Mientras, los pastores buscaron hacer el máximo hueco posible por detrás para evitar que éste se girase. Fue un recorrido intenso que levantó admiración e incertidumbre también entre el público distribuido a lo largo del vallado.
Nueve minutos pasaban de las 8 horas cuando "Remero" se decidía a entrar en la plaza de Toros. Una vez allí, tres cabestros intentaron reconducirlo hasta los corralillos. Pero el toro no estaba dispuesto a cruzar el portón. Ni mansos ni pastores lo conseguían.
Por los megáfonos de la plaza se pidió a los presentes que despejaran el callejón. "Se va a intentar meter el toro por una de las puertas, desalojen la zona", se escuchó.
Dos minutos después, cuando ya transcurrían 23 minutos desde que sonó el cohete inicial, "Remero" cruzó su meta. La desafortunada carrera de los toros de los Hermanos Caminero hizo que fuesen sustituidos por otros para el concurso de recortadores de la tarde, toros que también trajeron problemas al saltar uno de ellos al tendido de las peñas.
Fuente: Diario de Navarra

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