El Pilón de ayer en Falces fue emocionante, rápido y peligroso, pero sin incidentes. La vaca de pelaje salinero sacó una ventaja de unos cinco metros sobre sus compañeras y, desde el principio, marcó el terreno intentando embestir a los corredores y vecinos que se encontraban a los lados de la recta. Tardaron un minuto y veinte segundos, seis segundos más que en el encierro del domingo, pero ayer se dieron mucha más prisa en el último tramo.
Tan rápidas fueron que un par de ellas resbalaron al llegar al cemento, en la última curva y, aunque algo desorientadas, se levantaron inmediatamente y salieron hacia el corral. Nadie resultó herido aunque la tensión que vivieron los corredores desde el principio fue notable.
Al Pilón de ayer acudieron cientos de personas y el sol salió con decisión a las nueve de la mañana. Tras la Salve del Pilón y a las nueve en punto de la mañana, Jose Antonio Arriola, socio de Bodegas Inurrieta, tiró el cohete que marcó el comienzo del segundo Pilón de las fiestas de Falces. Las vacas de la ganadería Santos Zapatería de Valtierra se quedaron un poco paradas en la parte de arriba, hasta que los pastores las arrearon y aceleraron la carrera. Un corredor se vio obligado a saltar y agarrarse a lo que pudo en uno de los barrancos, quedando prácticamente colgado de las zarzas para el asombro del público, que observaba desde abajo.
Una de las reses, la blanquimarrón (pelaje salinero), cogió la delantera desde la fuente de los pajaritos y llegó hasta la curva unos cinco metros por delante del resto de la manada. Entonces comenzó a embestir a izquierda y derecha, a mucha velocidad, hasta el comienzo de la última bajada. Esos fueron los momentos de mayor tensión que vivieron los corredores durante el encierro, que se saldó sin sustos mayores.
Fuente: Diario de Navarra
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