Dicen algunos vecinos de Falces que el Pilón, normalmente, dura poco más que un pestañeo. Por eso el de ayer no fue uno de los más comunes. Las vaquillas bajaron la cuesta en un minuto y catorce segundos, tiempo que excede la normalidad. Un par de vacas se hicieron las remolonas y retrasaron a las demás, después de intentar embestir a dos mozos que estaban corriendo y se vieron obligados a saltar por un pequeño barranco.
Cincuenta minutos antes de que se desarrollaran los acontecimientos, los vecinos más madrugadores llegaban al lugar para coger sitio. Los que se atrevieron, subieron a las montañas para ver mejor y, a pesar del "fresco" que caracteriza esas horas de la mañana, centenares de falcesinos acudieron a su primera cita con el Pilón. Algunos se acercaron desde Tafalla y la afluencia del primer encierro en Falces fue notable.
Llegaron los gaiteros del pueblo y la Txaranga Bakerías para amenizar el encuentro con la tradicional canción del Pilón. Acompañados por la corporación municipal, el alcalde Jose Carlos García García y el párroco de Falces, Pablo Amorena, depositaron la imagen de la Virgen de Nieva en la hornacina y Susana Arana y Miriam Sesma le dedicaron una jota. Ana Pineda, teniente alcalde del Ayuntamiento de Pamplona, fue la encargada de tirar el cohete para dar comienzo al Pilón, acompañada por Luz de Saramuru, presidenta de la Mancomunidad de Peralta.
Las vacas de Teodoro Vergara Martínez descendieron los 850 metros de cuesta sin dejar heridos graves y, aunque lo hicieron despacio, sólo hubo sustos. Se pararon un poco en la curva del final pero no hubo complicaciones.
Fuente: Diario de Navarra
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