Seis novillos de la ganadería de Sancho Dávila de Jaén protagonizaron ayer un encierro veloz y noble en las fiestas de Peralta. La carrera dio comienzo a las nueve de la mañana. En un primer momento la manada salió muy compacta, destacando en la calle Mayor un novillo que al comienzo de la calle Irurzun adelantaba a sus hermanos varios metros.
El animal imprimió una gran velocidad a la carrera en el primer tramo del recorrido, provocando que los corredores se retiraran a ambos lados de la calzada para evitar males mayores.
Al entrar en la calle Irurzun la velocidad y el hermanamiento de la manada propiciaron carreras veloces. Desde la floristería a la entrada de la plaza de toros, la carrera se había roto, ya que la manada iba dividida en cuatro partes, con una separación de varios metros entre cada grupo.
En este ultimo tramo los novillos, a pesar de su velocidad, protagonizaron junto a los mozos bonitas carreras, sin llegar a poner en excesivos apuros a los corredores. Sólo un mozo en la curva de la floristería pasó momentos de apuro al confiarse en la trayectoria del novillo.
Fuente: Diario de Navarra
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