La nobleza de los astados de la ganadería Gerardo Ortega que corrieron el encierro de ayer en Peralta, último de las fiestas, fue uno de los comentarios mas extendidos en los almuerzos que se celebraron tras la carrera. Desde la salida de los corrales de Mozota, en el casco antiguo, la manada salió hermanada, estirándose en la calle Mayor por la anchura de la calle.
Ayer la calle Mayor aparecía más despejada que en otras ocasiones. No así el final de la misma y la entrada a la calle Irurzun, en donde el numero de corredores fue considerablemente superior no sólo respecto a la calle Mayor sino también a lo que se vio en jornadas pasadas en estas fiestas patronales.
La manada, al ver la anchura, lo que en principio era una fila, se convirtió en una manada compacta, estirada, pero en anchura considerable. Los mozos en este tramo corrieron más cerca de las astas de los novillos. Fue en este tramo donde se observaron las mejores carreras del día, con atrevimiento y valentía delante de los animales.
En la floristería, y hasta la entrada de la plaza de toros, la manada se volvió a estirar, colocándose los mansos en cabeza y los seis novillos hermanados en fila de a uno.
Uno de los comentarios anteriores al encierro del día de ayer era las dimensiones de los astados, que se veían astados fuertes y muy serios.
Finalmente, los animales mostraron su nobleza y la carrera terminó sin heridos.
Fuente: Diario de Navarra
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