Más rápido que el del primer día, pero también más monótono. Así ha sido el segundo encierro de las Ferias de Guadalajara en el que por fortuna no se han registrado incidentes. En el recorrido hubo más participantes que en la suelta del jueves, algo que suele ser habitual siendo día festivo en la capital alcarreña. En la plaza de toros también hubo más gente que ayer, aunque no tanta como suele ser habitual un viernes de Ferias, cuando los tendidos del coso se suelen llenar con bastante tiempo de antelación. Pero es que las condiciones climatológicas no invitaban a ello. El notable descenso de temperaturas y la lluvia que ha caído durante buena parte de la noche han mermado las asistencia de público. A los 8 en punto sonaron los cohetes que anunciaban el comienzo del festejo y a los pocos metros, los novillos, los mismos de la primera suelta, tomaron la delantera de la manada. A partir de ahí y durante todo el recorrido, los cabestros quedaron rezagados a una distancia considerable.
Durante los primeros compases, los astados fueron a un ritmo lento, pero según llegaban a Santo Domingo fueron cogiendo velocidad. En esta zona de pudieron ver algunas carreras por parte de corredores que cada vez gustan más de correr en esta parte, alejados de las aglomeraciones de la calle Capitán Arenas. A diferencia del jueves, los novillos no chocaron contra la valla de Santo Domingo, y prosiguieron su camino enfilando la calle capitán Arenas donde esperaba el grueso de corredores. El mismo novillo que tomó la delantera en el encierro del jueves lo hizo en el de esta mañana, aunque en esta ocasión sin lanzar derrotes. A destacar la espectacular carrera de un conocido azudense en la puerta de la plaza de toros. Ya dentro, el albero presentaba muy malas condiciones debido al agua caída en las últimas horas. En poco más de 1 minuto y 40 segundos dio por finalizado el segundo encierro, sin que las asistencias médicas tuvieran que intervenir en ningún caso.
Fuente: Guadalajara 2000
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