Los cuatro novillos de la ganadería de Concha y Sierra de Huelva protagonizaron ayer un encierro muy rápido que no llegó a los dos minutos de duración y que tuvo sus momentos de peligro cuando varios de los astados impactaron en las maderas colocadas al final del tramo de la carretera de Estella. Mientras el público se bajaba al suelo tras el impacto, los corredores lamentaron no tener dónde subirse a causa de las tablas de madera colocadas para mantener el vallado. "Están puestas por fuera y se convierte en un vallado ciego. No podemos subir y resguardarnos. Si hoy los novillos vienen rectos rompen las tablas", comentaba uno de los mozos.
Nada más salir del corral, las reses tomaron la cabeza de la carrera. Un novillo colorao dirigió a sus hermanos, amagando a ambos lados de la carretera de Estella y buscando a los numerosos corredores que participaron pese a no ser día festivo. Tras el incidente al final de la calle, la manada enfiló la calle Delicias para llegar unida a la plaza de toros portátil. Los servicios sanitarios no tuvieron que realizar ninguna asistencia.
Por la tarde, el encierro de reses bravas de Ganados San Adrián, registró un herido leve. Uno de los jóvenes recortadores, M.S.E de 20 años y natural de San Adrián, recibió un varetazo en el abdomen cerca de las 18.30 horas. El joven se trasladó por su propio pie hasta la ambulancia y de allí al centro médico. Aunque no se le detectaron heridas de gravedad, los familiares le trasladaron al hospital de Estella para realizarle pruebas radiológicas.
Info: Diario de Navarra
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