El tercer encierro de las fiestas de Nuestra Señora del Rosario de la localidad segoviana de Cuéllar se desarrolló esta mañana de forma rápida y con carreras espectaculares en el tramo urbano. Sólo hubo que lamentar un herido, con un puntazo por asta de toro, aunque inicialmente su estado no reviste gravedad.
Las reses de la ganadería de Garcigrande abandonaban los corrales, a unos cinco kilómetros de la villa, a las ocho de la mañana, una salida muy rápida, si bien los caballistas consiguieron controlar la manada y conducirla de manera lenta hasta el pueblo.
Las reses conservaron así toda su energía y entraron agrupadas en la villa y Las carreras más espectaculares se produjeron en las calles Resina y Las Parras, al comienzo del recorrido, ya que luego las reses se fueron disgregando un poco, dejando algunos espacios hasta la llegada a la plaza.
Ya en el coso taurino, tres de los seis toros plantearon algunas dificultades a la hora de entrar en los toriles, pero los cabestros y los mansos consiguieron finalmente que todas las reses entraran.
En el capítulo de incidencias, un único herido de cierta relevancia, un varón que recibía un puntazo por asta de toro en un muslo, en la última parte del recorrido urbano, y que fue atendido en la enfermería de la plaza aunque inicialmente, su estado no reviste gravedad.
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