La diferencia entre los blancos y los nulos es que los primeros se consideran "votos válidos". Y la cantidad de votos válidos emitidos es la que sirve de base para aplicar la nota de corte del 5% que permite a un partido entrar en el ayuntamiento, explica el sociólogo José Pablo Ferrándiz, director general de Metroscopia. Cuantos más votos válidos haya, más votos necesita un partido para alcanzar el 5%. Por tanto, si crece el voto en blanco -y también si crece el voto a candidaturas-, eso tiene un efecto: a los partidos les cuesta más votos obtener un concejal. Una dificultad añadida para los minoritarios.
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