La leyenda volvía ayer a la Vila de Almassora. Se le esperaba. El hierro de Celestino Cuadri abría la cuarta jornada taurina de las fiestas de Santa Quiteria de Almassora en la que compartía cartel con un ejemplar de José Luis Osborne.
Astrólogo llegó a primera hora de la mañana a los chiqueros del antiguo ayuntamiento desde la finca Comeuñas, donde se crían las reses de un encaste propio venerado por los toristas. Poco después de las 18.00 horas, y de la mano de la peña El Porrat, se le ponía a prueba en un recinto taurino repleto de fieles a los colores morado, amarillo y blanco.
El astado, marcado con el número 30 y en el tipo de la casa, salió con la cabeza alta y, curiosamente, sin la mítica divisa en el lomo a la plaza Mayor, donde fue recibido por César Palacios. A posteriori, el ejemplar, negro zaíno, partió hacia la plaza de la Picaora donde desarrolló el resto de su lidia en la que tuvo un comportamiento reservón.
Sin lluvia, tal y como manda la tradición de la peña El Caragol, salió en segundo lugar el ejemplar de José Luis Osborne. El toro, negro, mulato y chorreado, fue rodado por Borja, al que apretó en los medios de la plaza Mayor. Marinero, marcado con el número 74, se fue hacia las calles donde trabajó bien, rematando allá donde se le citaba. Después de 10 minutos en los callejones que componen el recinto los aficionados lo llevaron a la plaza para probar sus cualidades sobre la arena. El animal se quedó en el centro del ruedo y allí recibió a aquellos que se atrevieron a hacerle frente. Fue encerrado, eso sí, con la ayuda de los mansos
Crónica: Patricia Rodríguez
Fotos: Bous al Carrer
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