La lluvia empañó ayer la jornada taurina en Vila-real, cayendo de forma intermitente durante toda la tarde, y obligó a suspender el bou embolat de la noche. El primer toro que pisó la arena fue Ochavito, de Hermanos de Antonio Ordóñez Araujo. Salió a su hora pese al mal tiempo, rodeado de un buen número de aficionados a los que no les importó mojarse. Mientras estuvo suelto, el animal dio juego a rodaors como Joan, El Polvorilla, quien pudo hacer varios recortes ante un público al que gustaba su actuación.
El segundo, de la misma ganadería y de nombre Dardo, salió al recinto con fuerza pero se quedó mucho tiempo en la calle Mayor Santo Domingo esquina con calle Cervantes. Tanto fue así que la Comissió del Bou decidió sacarlo por esas barreras y no llevarlo arrastrado por el recinto hasta la calle José Ramón Batalla. Según los presentes, “una decisión acertada porque hace que el animal no sufra tanto”. Así, se encajonó al toro en ese enclave
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