Jueves taurino en El Puig, tradicional jornada en una localidad en la que nos tenían acostumbrados a exhibir ganado de corro, sin embargo las circunstancias y el buen hacer de los festeros posibilitaron que se preparase un cartel con dos astados y tres vacas cerriles. Con un calor propio del mes de agosto y con no muchos aficionados se procedió a dar suelta al primero de los toros. Con el hierro de Los Azores saltó a la calle un precioso astado negro, con buenas hechuras, toro que derrochó bravura durante su exhibición y que desarrolló una gran lidia, exigiendo al recortador hacer bien las cosas motivo por el cual pocos se atrevieron con él, en una calle excelentemente acondicionada. En una de sus arrancadas al quiebro cogió a un conocido aficionado de Puçol, sin que la cosa pasara a mayores gracias al excelente quite de otro aficionado, desde aquí esperamos su pronta recuperación. Tras la cogida el toro se hizo al igual que algunos de sus predecesores en la localidad, amo de la situación, viéndose a los auténticos rodadores que no se rajan cuando un toro es algo más que un carretón. En segundo lugar saltó a la arena al colorado de Apolinar Soriano, que se limitó a defender su posición en la arena, sin nada que destacar, de nuevo en la localidad grandes problemas para encerrar al animal que tuvo que ser enlazado. Otro buen toro de Los Azores en El Puig, que de nuevo demuestra el buen estado de la ganadería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario