martes, 16 de agosto de 2011

Las peñas taurinas reclaman que la Policía retenga a los ebrios en los bous al carrer


¿Cómo conseguir que las personas ebrias no se jueguen la vida frente a un toro como 'Ratón'? Es la pregunta que quita el sueño a autoridades, peñas y aficionados a los bous al carrer. La muerte de dos valencianos, aparentemente bajo los efectos del alcohol, en menos de un mes en festejos taurinos en la Comunitat ha reavivado el debate sobre cómo controlar a estos participantes.
Las agrupación festivas reconocen que se trata de una faena «complicada» pero coinciden en una posible y única solución: que las fuerzas de seguridad tengan potestad para retener a las personas en estado de embriaguez a fin de impedir que irrumpan en el ruedo y se pongan delante del toro.
«Los colaboradores taurinos cumplen con su parte de trabajo, que es disuadir a quien no esté en condiciones de participar y alejarlo del espectáculo. Pero eso tiene que complementarse con la ayuda de la Policía Local y la Guardia Civil, tal y como viene reflejado en la norma. Ellos son los que pueden tener la autoridad de poder restringir la entrada de estas personas», argumentó ayer el presidente de la Asociación en Defensa de los Bous al Carrer, Juan Carlos Paricio.
El reglamento desarrollado por la Conselleria de Gobernación contempla la posibilidad de que una persona ebria irrumpa en los bous al carrer. La orden de septiembre de 2009 habla de las funciones de los colaboradores taurinos y de la necesidad de combinar su tarea con la Policía. Pero no profundiza más.
El artículo 6 del documento señala que los colaboradores tienen la función de «no permitir la participación» de los borrachos y que pueden requerir a los agentes cuando sea necesario. En caso de enfrentamiento, dice el artículo 7, la Policía podrá identificar a la persona no apta y «si procede, levantarle el acta correspondiente». Pero no dice nada sobre la cuestión clave: cómo contenerlo y evitar que regrese. Tanto en el caso del hombre fallecido en julio en Rafelbunyol como en el del joven muerto en Xàtiva el sábado, los colaboradores echaron a los participantes del coso. Pero ellos se colaron y se encontraron de frente con la muerte.
Sebastián, presidente de la peña San Roque de La Vilavella, reconoció que es «muy difícil» controlar al participante ebrio. «Hay tantas esquinas y cadafales que se meten por donde quieren», insistió. «Las autoridades «deben retenerlo hasta que termine el acto», pidió.
En el mismo sentido se pronunció el presidente de la Comisión del Toro de Vila Real, Rubén Morte. «Los festejos cumplen con los requisitos de seguridad y están los colaboradores y la Policía que corresponde. La solución pasaría por retener a los ebrios», estimó.
El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, se reunirá el jueves con la Comisión de Bous al Carrer para profundizar en la seguridad de los actos taurinos. «Es algo fundamental y prioritario», aseguró. Castellano consideró que la normativa autonómica sobre estos actos es «muy eficiente».
El conseller se refirió a la Ley de Espectáculos Públicos y a la normativa sobre bous al carrer. Castellano afirmó que queda «absolutamente claro» que en este tipo de espectáculos «no puede participar ninguna persona que esté bajo los efectos del alcohol o de las drogas».
Además, explicó que se están desarrollando otras iniciativas «para que la seguridad sea la máxima» e hizo hincapié en que desde la Generalitat seguirán «estudiando, mejorando y reforzando todas medidas de seguridad» de este «espectáculo de riesgo».
Los aficionados a los bous al carrer resaltan que nadie acude a ellos para ver una muerte. «Siempre soñamos con que la mejor temporada es en la que no haya que lamentar ningún fallecimiento. Se ha avanzado mucho en las medidas de seguridad y todas son las adecuadas. Eso permite que se puedan celebrar más de 6.000 festejos en la Comunitat», aseveró Paricio.
El presidente de la Asociación en Defensa de los Bous al Carrer explicó que en la reunión de jueves plantearán la idea de «simbiosis» que debe haber entre los colaboradores taurinos y la Policía, e insistirá en la necesidad de que sean los agentes quienes ejerzan su «autoridad» para poder retener a quienes no se encuentren en condiciones para participar en las fiestas.
Desde la Penya Bouera de Turís también pidieron que se revise este problema. «La calle donde celebramos el toro embolado es muy larga y los borrachos se pueden meter en cualquier tramo», lamentaron.
Info: Las Provincias

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